sábado, 11 de agosto de 2012

CELEBRACION

La niña en mi hace mucho que esta perdida. Tal vez porque abandono su infancia antes de tiempo y no pudo regresar. Tal vez porque ahora eso ya no importa.
La niña que fui se convirtió en vos, mi varoncito rebelde, tan rebelde cómo la recuerdo a ella, más rebelde de lo que nunca seré.
Es tu niñez la que debo proteger, perpetuarla para que dure cuanto sea posible. A veces la confundo con la mía y trato de volver abrazándote. Pero te escapas corriendo a tu refugio de niño como si no quisieras prestármela ni un segundo.
Tu niñez y la mía no se parecen. Aun así no quiero que crezcas. Aun así quiero verte convertido en hombre. Vos no queres avanzar y te replegas en mi regazo que hace tan poco fue tu cuna, tu alimento.
Yo me refugio en vos y te pido que crezcas, retorciéndome por dentro, de cara a lo inevitable.
Igual siempre serás mi chiquito, mi sueño realizado, mi milagro personal. Y al igual que hoy habrá muchos días del niño, muchas razones para celebrar que estas conmigo y a través tuyo he vuelto a ser niña otra vez.
MAMA 12/08/2012 (DEDICADO A MI HIJO EN EL DIA DEL NIÑO Y A LA NIÑA QUE VIVE EN MI)

domingo, 11 de octubre de 2009

DESPERTAR


Hoy quiero volver a escribir. Para vos, para que la vida tenga continuidad. Para no detenernos en el pasado, en las ausencias, en los vacíos.
Estuve dormida por un tiempo que no puedo mesurar por miedo a darme cuenta que te fallé.
Pero vos no me abandonaste. Y seguiste creciendo, tanto que tus manos ya casi abarcan las mías y tus pies ya puedan seguir mis pasos.
Me preguntás por los agujeros negros y no tengo el valor de decirte que nuestra historia está llena de ellos.
Ahora que estoy de regreso no quiero volver a extraviarme. Quiero permanecer despierta, atenta.
Este ha sido un año de pérdidas, de duelos interminables y despedidas sin lagrimas. Porque llorar sería fácil y lo fácil no es para nosotros.
No puedo imaginar la pena que te enluta porque me haría pedazos hacerme carne de tu tristeza. Así que te consuelo casi en tinieblas para tener fuerzas y sostenerte. No dudo que perdonaras mis flaquezas.
Las luces se encienden otra vez para que emprendamos la marcha y el futuro despliega caminos nuevos. No vamos a esperar. Ni a mendigar afectos. Ni a conceder privilegios.
La meta es clara y hacia allá vamos.
No sueltes mi mano. No todavía.
MAMA 12/10/2009

lunes, 2 de marzo de 2009

JUNTOS


La casa está en penumbra y el silencio es quien domina. Aún así puedo escuchar tu respiración calmada. Casi puedo adivinar tus sueños: habrá luchas con espadas luminosas y carreras de autos muy locos.
También habrá pesadillas que te invadan a escondidas. Y no podré evitarlo, ni siquiera cubriéndote de besos.
Pero mañana será otro día y te abrazaré al despertar. Te diré que te amo y la tasa tibia de chocolate disipará cualquier fantasma que haya quedado atrapado entre tus sábanas.
Apuraré tus bostezos para que no llegues tarde.
Te pediré que seas bueno, que aprendas y te diviertas. Contendré las lágrimas al verte arrastrar la mochila y cerraré la puerta cuando tu cabeza haya desaparecido en el hueco oscuro del ascensor.
Pasaré mi día ocupada bajo el consuelo mentiroso de que nadie más paga las cuentas.
Y no estaré ahí cuando salgas del colegio, ni cuando llegues a casa y te enfrentes con mi ausencia habitual. Harás la tarea solo y te darás permisos sin consultarme.
Yo no veré la hora de que llegue el atardecer, que la jornada de trabajo termine para correr a casa, a tu encuentro, a tus brazos pequeños que me recibirán con el abrazo cálido que tanta falta me hizo todo el día.
Y cenaremos juntos y charlaremos y haremos planes para el fin de semana. Hasta que la casa vuelva a quedar a oscuras y ya no se escuche tu voz ni la mía y otra vez me siente en tu cama a verte soñar.
MAMÁ 2/03/2009

miércoles, 26 de noviembre de 2008

VICTORIA


Una vez más me ganó la emoción.
Hace un año no teníamos escuela. Parecía que no había un lugar para nosotros; para vos, mi chiquito inquieto y curioso. Recorrimos el barrio buscando donde encajar y demasiadas puertas se cerraron sin razones valederas.
Pero al final nos acogieron y tuviste tu primer grado.
Y te vi cantar y bailar en la fiesta de fin de curso y una vez más no pude contener el llanto. Y es que cada cosa que viene de vos me emociona así, hasta las lágrimas.
El primer grado ya termina y no importa si tu letra es despareja o se te pierden los útiles dentro del aula.
Lo que haya que modificar, lo haremos juntos, el próximo año, en este mismo lugar que ha sido un oasis en medio de tanto desierto de tolerancia.
Tu voz y tu cuerpo me dijeron que estas a gusto, que perteneces a esta escuela. Y es aquí donde nos quedaremos para que crezcas y te desarrolles como un ser único.
La magia de tu canto me acompañará siempre y deseo con todas mis fuerzas de madre que dejes oír tu voz ahora que has encontrado la fuerza para hacerlo.
Esta crónica de mi vida a través de la tuya, a la que voy agregando capítulos, te ayudará a recordar cuanto camino hemos recorrido y cuantas montañas atravesamos hasta llegar al llano, a tu infancia feliz.
Y para que no pierdas la oportunidad de gritarle al mundo quien sos cada vez que sea necesario, te dejo como regalo las palabras que salieron de tus labios como la melodía más hermosa que he escuchado.
LETRA DE LA CANCION JOSE LUIS PERALES - QUE CANTEN LOS NIñOS (CON EL PASO DEL TIEMPO)
Que canten los niños que alcen la voz
que hagan al mundo escuchar
que unan sus voces y lleguen al solen
que en ellos está la verdad.
Que canten los niños que viven en paz
y aquellos que sufren dolor
que canten por esos que no cantaran
porque han apagado su voz.
Yo canto para que me dejen vivir
Yo canto para que sonría mamá
Yo canto porque sea el cielo azul
Y yo para que no me ensucien el mar
Yo canto para no los que no tiene pan
Yo canto para que respeten la flor
Yo canto porque EL mundo sea feliz
Y Yo canto para no escuchar el cañón.
Que canten los niños que alcen la voz
que hagan al mundo escuchar
que unan sus voces y lleguen al solen
que en ellos está la verdad.
Que canten los niños que viven en paz
y aquellos que sufren dolor
que canten por esos que no cantaran
porque han apagado su voz.
Yo canto porque sea verde el jardín
Y yo para que no me apaguen el sol
Yo canto por el que no sabe escribir
Y yo por el que escribe versos de amor
Yo canto para que se escuche mi voz
Y yo para ver si les hago pensar
Yo canto porque quiero un mundo feliz
Y yo por si alguien me quiere escuchar.
Que canten los niños que alcen la voz
que hagan al mundo escuchar
que unan sus voces y lleguen al solen
qye en ellos está la verdad.
Que canten los niños que viven en paz
y aquellos que sufren dolor
que canten por esos que no cantaran
porque han apagado su voz.
NUNCA APAGUES TU VOZ
MAMA 22/11/2008

lunes, 13 de octubre de 2008

FELICIDAD


A menudo me pregunto porque esperé tantos años para ser mamá. Si cuando era chica me gustaba jugar con mi hermano a que él era mi hijo y yo lo protegía. Mis muñecas eran mis hijas también. Y mis mascotas. Hasta los personajes imaginarios que habitaban mi mundo de niña.
Cuando crecí y la vida me puso a prueba me convertí en la madre chiquita de mi propia madre. Tal vez porque soy fuerte y acepté el rol aunque no me correspondía.
Pero un día, cuando menos lo esperaba, cuando los años ya me estaban anunciando que no lo lograría me convertí en mamá de verdad, con panza y alumbramiento, con pechos derramando leche y manos llenas de amor. Canté canciones de cuna y construí un nido para mi bebé. Y descubrí que había esperado ese momento siempre, que había vivido y practicado para convertirme en mamá porque ese era mi destino.
Y no importa cuanto tiempo esperé o si estuve sola, hoy tengo mi propio milagro de ojos verdes y pelo castaño. Cada vez que lo abrazo siento que lo merezco. Y cada vez que me dice “mamá” se que esa es la palabra que mejor me define.
SANDRA 13/10/2008

martes, 29 de abril de 2008

CRECIENDO


Hubo un tiempo en el que pensé que había hecho algo mal y por mi error ambos estábamos siendo castigados.
Fue el tiempo de las preguntas, de la terapia, de ser juzgados y rechazados, de defender nuestra posición como familia con derecho a nuestra propia identidad.
Espero que no recuerdes esos días porque para mi fueron de tortura y estoy segura que para vos también.
Te pido perdón por haber sido débil, por no habernos defendido con las uñas largas y filosas que me caracterizan.
También te agradezco por haber peleado a mi lado, por mostrarme que podíamos dar batalla juntos y encontrar el camino del triunfo.
Hoy me siento realmente segura, como el día que naciste y te puse sobre mi pecho por primera vez.
Vos nunca dudaste y me reconozco en tu fortaleza, se con certeza que la heredaste de mi.
Vamos al futuro tomados de la mano y te vislumbro alto, fuerte, seguro, de cara a la vida con esos ojos verdes que lo desafían todo, incluso a mi.
Estas creciendo rápido, apurado por salir a la vida y ya casi no puedo contenerte ni abrazar al niño que día a día se acerca más al hombre que soltará mi mano y enfrentará su propio destino.
Sólo espero estar preparada, ser fuerte una vez más, soltarte sin miedos, sin reproches, sin decir adiós.
MAMA 29/4/2008

domingo, 2 de marzo de 2008

PARADOJA



La palabra limite suena a restricción, a cosas que no se pueden hacer, a incapacidad. A priori, es una palabra negativa, difícil de asimilar, casi violenta por las implicancias de su contenido.
Un limite es un borde, una línea delgada sobre la cual hay que moverse con precaución. Es parte de la vida, un componente indispensable para sobrevivir.
¿Quién pensaría que dentro de la dureza de su significado, estas seis letras encierran un mensaje de amor? Bueno, esto es lo que la psicología nos dice actualmente.
Parece que poner límites no solo está de moda sino que además es una prueba irrefutable de amor y buena paternidad. Traducido sería algo así: si le ponés límites a tus hijos es porque sos un buen padre y los amás.
Esta nueva concepción del límite es lo que le da significado a muchas teorías socioculturales actuales y lo que obliga a los padres a moverse dentro de ellas, obviamente para no “salirse de los limites”.
Es que si no actuás como dice la teoría, no sos un buen padre y tenés que hacer terapia, vos, tus hijos y toda la familia.
Lo que no queda claro en esta tendencia al límite es el papel que juega la intuición de padre en todo esto. ¿Qué pasa cuando tu voz interior te dice una cosa y las teorías te obligan a otra?
Es obvio que decir no a los más chiquitos es una forma de prepararlos para los no de la vida, que serán muchos y muy frecuentes. Los no te hacen crecer hacia adentro, te ayudan a encontrar la puerta de acceso a los si que tanto cuestan.
Pero aflojar los bordes del límite, incluso hasta deformarlo, es también parte de la tarea de educar. Es mostrar que existen otras formar de pensar y de actuar.
Y es también un acto de amor decir que si cada vez que nos sea posible.
El verdadero amor no está en poner límites sino en enseñar a trasponerlos sin dañar a otros, creciendo de verdad hasta encontrar el propio limite.
SANDRA 2/3/2008